Ivan Melon Lewis, estrella del latin jazz, actuará este julio en Torrevieja

0
1535

Como colofón de las II Jornadas Hispanocubanas de Torrevieja De Ida y Vuelta, el pianista cubano ofrecerá un precioso recital de cierre el domingo 16 de julio a las 22.30 en el Paseo marítimo Juan Aparicio, en la zona de las piscinas naturales frente a Vela Beach.

Cuando sale en un titular el nombre de Iván “Melon” Lewis (42 años, nacido en Pinar del Río, Cuba), algunos amantes del jazz puede que caigan en la cuenta de con quién estamos hablando. Sin embargo, la gran mayoría del público no conocerá el nombre de este gran pianista cubano, radicado en Madrid, e itinerante por medio mundo. Lewis ha participado en los más importantes festivales de jazz de casi todo el globo, ha sido nominado varias veces a los Premios Grammy, y además ha actuado en los más reputados escenarios por la longitud del planeta. Sobre su mente discurre la obsesión del genio por conseguir la obra perfecta, aunque según dice: “No es muy amigo del perfeccionismo”. Cuando abres la web de Iván “Melon” Lewis te asalta el siguiente mensaje: “Deja que vuele la música que hay en ti, te llevará a donde quieras”, y así es como él define su filosofía de placer y trabajo. Es de este modo como Lewis vive la música, desde su piano, su minuciosidad, su afán por fusionar lo más interesante de cada género, y permitir que la música te haga “volar”. Pasemos a conocerlo mejor.

¿Cómo fue tu llegada a España?

Fue bastante accidental. Yo estaba en Cuba, con 20 años, tocando con la orquesta salsera de Iván Delgado. En 1.998 tomamos la decisión de venir a España, a residir. Digamos, para tener a España como residencia estratégica de trabajo, con el fin de movernos. En aquella época era complicada la entrada de ciudadanos cubanos a EEUU. Se podía, pero necesitabas un visado, era muy difícil conseguirlo. Y desde aquí, teniendo a otro país como residencia ya era más fácil conseguirlo. Luego tuve diferencias con Delgado, dejé la banda y empezó mi etapa aquí.

¿Cómo fue esa infancia en la que estabas en Cuba?, ¿cómo te fuiste introduciendo en el piano, en el jazz…?

Eso fue desde el principio: mi padre es músico (trompetista), mi hermano es músico (violinista). Grabamos el primer disco de la etapa española con mi hermano y con el bajista Abel Pérez, y otros músicos.

Has editado un libro sobre música titulado “Beyond salsa piano” también, ¿verdad?

El libro lo ha hecho un gran amigo mío que vive en California y ha contado con mi supervisión y corrección de todos los detalles. El trabajo arduo lo hizo él, y yo cada 15- 20 días recibía mails con lo que él iba terminando y yo iba corrigiendo datos, o imprecisiones.

¿Es un libro enfocado a la docencia o a qué tipo de público?

Es un libro enfocado al aprendizaje. El objetivo principal es tratar el papel del piano en la música cubana bailable. Son nueve volúmenes en los cuales se empieza desde lo más básico en los primeros volúmenes: tratando el tumbao en su forma más básica, de dónde viene: de los cuartetos y tríos de música cubana de los años 20 -30 del siglo pasado. Y de esta manera va evolucionando a través de las diferentes épocas: los años 30, los años 40… La influencia de la música americana en las big bands, en los cantantes de música cubana de estos años, y a partir del volumen cinco o seis es que se empieza hablar de los pianistas de mi generación. Y en los volúmenes 7, 8, y 9 está enfocado en mi estilo personal: es decir, mi forma de tocar el piano es la música cubana bailable.

Eres un músico de gran renombre en tu género por tus logros, por tus actuaciones, pero, ¿qué te trae a estas jornadas hispanocubanas?, ¿qué le va a aportar Ivan “Melón” Lewis a esta fiesta?

Yo oigo todos esos logros y me asusto. Solo me asusto, no es que reniegue de ellos, ni mucho menos. Es una gran parte de mi vida que me maravilla, y de la que no siento que haga nada en especial para que sea posible. Simplemente voy trabajando, haciendo mis cosas, y me cuesta reconocerme ante todos estos logros. Digo: “Wow, ¿ese soy yo?”. Me resulta gracioso. A Torrevieja voy a hacer lo que hago cada vez que me siento delante de un piano: soñar, e intentar que la gente viaje con esos viajes personales que tengo yo con el piano. A Torrevieja voy a ello, a intentar convencer al público de porqué defiendo tanto la música cubana,  porqué creo tanto en ella y porqué cada vez apuesto más por ello. Mi pretensión es invitar al público a que disfrute, y hacerle entender mi manera de entender mi música a través del piano.

Después de estos logros que hemos enumerado, ¿cuál es tu principal objetivo actual, en qué estás enfocando tu carrera?

En conseguir, cada vez, con más frecuencia, el sonido que tengo en la cabeza.

Claro, he observado en tus vídeos que eres un músico muy metódico, minucioso, tienes tu método, te entrenas, practicas, ¿podría decirse que eres una persona casada con tu sonido?

Sí, podría decirse que sí, no me parece algo ilógico. Yo creo que soy un poco como todas las personas que creen en algo, que creen que vale la pena: trabajar, pulir eso. Entonces cuando crees en un sonido, crees en unas maneras, en una forma de expresión. Creo que hasta inconscientemente buscas la manera de perfeccionar eso. En mi caso “perfeccionar” es una palabra que no tiene ese mero significado literal de “hacerlo perfecto”, porque no me gusta la perfección. Me refiero más a conseguir un nivel de fluidez tan alto y tan natural, que sea casi tan fluido y natural como el lenguaje. Y para eso necesitas trabajar mucho a nivel de probar, tocar, componer, probar arreglos, quitar, poner, y eso son cosas que no puedes obviar. Lo más importante de este proceso es que lo voy disfrutando, voy aprendiendo de él.

De tu sonido, ¿qué es lo más loco que te inspira?, o, ¿qué parte de locura encuentras?

Mucha, tengo a veces que contenerla, bastante. A medida que uno va evolucionando, creciendo, viendo las tendencias de la música, vas intentando posicionarte, colocarte, con el proyecto que tengas. Muchas veces te ves obligado a hacer alguna concesión musical. Por ejemplo, estar preparando un proyecto musical para ver si entro en tal circuito de conciertos. O no meter mucho jazz si voy a un festival para el que no se presta, o igual en otro sí lo puedo meter. Entonces todo este tipo de cosas siempre las tienes en cuenta, molesta un poco, porque suele ser bastante frecuente  que ese tipo de concesiones estén en contra de lo que a ti te nace hacer. En resumen: alguna que otra vez escribes una swing para dos pianos y banda pequeña: percusión, batería y un contrabajo. Y te propones meter todo lo que tienes en la cabeza: clásico, mezclado con cubano, con contemporáneo. Esas son las cosas que tengo en la cabeza: sonidos cubanos, mezclado con contemporáneos muy locos. Y suele ser divertido, a la par de inesperado y das rienda suelta a tu creatividad.De todos modos, necesitas el favor del público, porque si a la gente le gusta, te sientes mejor, porque te sientes recompensado. Ahí tienes que estar evaluando, buscando el punto el punto de equilibrio.

¿Cómo crees que podríamos fomentar una sensibilidad mayor hacia tipos de música que tú y muchos otros artistas proponen, pero están por fuera del circuito mainstream?

Fácil. Apostando por ellos mucho más, dándole apoyo. Y como decimos en Latinoamérica: “dándole bola” a los artistas y a los creadores que se dedican a estos géneros. No hablo sólo por mí como artista. En este país, en España, hay muchísimos músicos locales, hombres y mujeres, con un talento impresionante. A eso se suma que en los últimos cinco – seis años han llegado muchos músicos cubanos, y también de otras partes. Y eso hace que el nivel musical de la escena jazzistica haya subido exponencialmente, pero, ¿qué pasa? Nos las vemos muy difícil para encontrar espacios, sitios, circuitos, pero estos son muy cerrados. Y obviamente vivimos de esto, la sociedad necesita de esto, y nosotros vivimos de esto. No hago esto porque sea un persona que vive del aire; tengo una hija de doce años y una familia que mantener. Soy un profesional como otro más, y parece que muchas personas que pueden apoyar a la cultura no terminan de entenderse. Y pasa por ahí, que tengamos un empujón fuerte en la cultura, y por ende en la música en este país. Que esa gente cree más circuitos, más festivales, más programas de motivación para impedir que nuestros jóvenes se nos vayan ante la falta de opciones.

Escucha parte del recital de Iván «Melón» Lewis en la mítica sala madrileña Bogui Jazz. No te pierdas su actuación en 16 de julio. Consulta toda la programación de las Jornadas Hispanocubanas de Torrevieja «De Ida y Vuelta» en su página de Facebook.

 

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here