Más de 200 personas participan en el asalto pirata de SLF para pedir mejoras en el paraje, la cala y Torrevieja sur.
El muro contribuye al deterioro de la zona, limitando el acceso y degradando su imagen.
¡Barco viene! Desde primera hora de la mañana del domingo se avistaron piratas cerca de la costa de Lo Ferrís. A las 18,30h varios navíos se aproximaron hasta desembarcar en la cala. ¡Al abordaje!, gritaron mientras se encaramaron al “muro de la vergüenza” para izar sus banderas con la calavera.
Por segundo año consecutivo, comenzó la lucha, sin ningún tipo de rendición. Todo el mundo creía que estaban solos. Y cuando parecía imposible, acudieron refuerzos. A la cabeza de la marcha que bordeaba el perímetro del muro, apareció un bucanero tocando el saxo, como si se tratara del flautista de Hamelín. Tras él, más de 200 personas llegaron hasta la cala desde el Paseo conquistadores de Mar Azul con el fin de participar en el asalto pirata que organizó “Salvemos Lo Ferrís” para protestar por la situación de abandono que sufren el palmeral, las dunas, la cala y Torrevieja sur en general.
En la reunión se hizo hincapié en que el muro construido en una de las pocas zonas verdes que quedan en la costa de Torrevieja estaría ocupando la cañada real, un terreno que es de todos, tal y como avaló un informe técnico de la Conselleria, lo que hizo que el Ayuntamiento abriera la revisión de la licencia de obra.
En este sentido, la plataforma manifestó que el deslinde de esta vía pecuaria está en marcha, algo que debería haber supuesto la revocación de la licencia, cuyo proceso finalmente ha caducado sin que se resolviera. Según la ley, el vallado se tendría que retranquear 75 metros.
En opinión de “Salvemos Lo Ferrís”, una vez que se deslinde, el Ayuntamiento debería llegar a un acuerdo con la empresa propietaria de la finca, ya sea una permuta, indemnización, expropiación u otra fórmula: “Antes de cualquier propuesta, hay que delimitar bien el terreno. Pero no nos conformamos solamente con el retranqueo del muro; una vez realizado el deslinde, habría que conseguir un uso público del paraje, con el objetivo de que sea un parque natural”.
No obstante, es fundamental el cuidado de las palmeras, tanto las que están en la parte privada como en la pública: “El palmeral vive una situación de abandono, por falta de agua y de cuidados”.
Además, con la próxima aprobación del Pativel se estaría garantizando un mayor nivel de protección de la cala y del paraje, como corredor verde hasta las lagunas de Torrevieja y La Mata.
También se constató el descontento generalizado entre los vecinos. A juicio de “Salvemos Lo Ferrís”, el muro contribuye al deterioro y dificulta el acceso a los vehículos de limpieza. La falta de servicios, infraestructura, mantenimiento, limpieza, alumbrado y acceso a las calas son algunas de las quejas más frecuentes. En suma, se demanda una mayor inversión en esta zona, cuyo abandono es histórico.
Este segundo asalto corsario, que rememora ese pasado en el que el paraje era escenario de rodajes de películas de piratas, sumó más gente que el año pasado. Con esta actividad, que incluyó juegos educativos para los más de 30 niños que acompañaron a sus mayores, “Salvemos Lo Ferrís” quiso dejar patente que es una lucha también para las generaciones futuras: “Es un legado. Se trata de proteger esta gran ventana al mar en una costa enladrillada”.
Es una apuesta por un modelo acorde con los nuevos tiempos, en los que disfrutar de la naturaleza es una demanda cada vez mayor. El paisaje es un activo. Preservar este patrimonio conlleva desarrollo para la zona. De hecho, varios investigadores señalan en el Libro Blanco de recomendaciones para la futura estrategia y ley del turismo de la Comunitat Valenciana que es necesaria una protección especial para el sector Cala Ferrís, “en estos momentos sujeto a cierta presión antrópica que condiciona su pervivencia”.
La degradación de este espacio singular, de gran valor paisajístico, cultural, histórico y tradicional, contribuye a un deterioro de la imagen del municipio. Conviene recordar que la foto de este entorno es la imagen de Torrevieja en Fitur, la feria internacional de turismo.
El informe de los expertos para el Gobierno valenciano también aconseja que “los ayuntamientos garanticen el buen estado ecológico y la prestación de servicios de calas y playas”. El bienestar del municipio depende de “su capacidad de lograr un mejor equilibrio entre la conservación del paisaje, la racionalización de las actuaciones urbano-turísticas (especialmente, las próximas a espacios naturales protegidos) y la provisión de infraestructuras y servicios”.
Y así, viento en popa a toda vela, se marcharon estos filibusteros de mar: “Navega, velero mío, sin temor, que ni enemigo navío, ni tormenta, ni bonanza, tu rumbo a torcer alcanza, ni a sujetar tu valor. Allá muevan feroz guerra ciegos reyes por un palmo más de tierra”, decía Espronceda.
