En relación a la noticia aparecida en el diario “Información”, comunicar que: no hay nada que me provoque tanta angustia como tener que salir a desmentir algún tipo de acuerdo para una moción de censura. Vaya por delante que niego tal extremo de manera tajante, sorprendiéndome que no se me haya consultado sobre dicha circunstancia.
Desde el mismo momento en el que de manera asamblearia mi partido tomara la decisión de abandonar el Gobierno, siempre ha estado pululando la posible moción de Sueña Torrevieja con los otros grupos que conforman la oposición, y siempre se ha negado de manera taxativa y rotunda la posibilidad de negociar una moción de censura como así lo sabe el portavoz del Partido Popular. Poco más se puede decir. Tan solo recordar que Sueña Torrevieja tomará todas las decisiones que deba tomar contando con toda la militancia del mismo modo que se viene realizando hasta estos momentos, siendo nuestra máxima preocupación en estos momentos los presupuestos. Pensar en leyes de transfuguismo, en cábalas aritméticos teniendo una ciudad que necesita el apoyo de todos antes de verla sometida al peor de sus finales, es algo que no puedo entender ni consentir y que me provoca un asco tremendo.
Limitemos los anhelos del poder y dediquémonos de una puñetera vez a escuchar a los vecinos, a los comerciantes, a las profesiones liberales, a los 36 de cada 100 que se encuentran bajo el umbral de la pobreza, y a los 64 de cada 100 que sin estar bajo el yugo desesperado del hambre, también les preocupa una ciudad judicializada, criticada, de mesas camilla, de chismes y más chismes.
Si mi partido ha tomado la decisión plausible de abandonar un Gobierno por diferentes cuestiones que no voy a valorar en estos momentos, es suficiente razón para tener claro que no estamos en la línea de estar por estar a cambio de un sueldo o de un puesto, que no se le olvide a nadie. Finalizo aclarando que no existen en Sueña Torrevieja ni Iglesias, ni Errejones. Estos están en otros partidos que no son el nuestro. Tenemos las amarras bien encapilladas en el noray.
