Hoy conoceremos un poco más a uno de los percusionistas más inquietos de su generación. El virtuoso del cajón Pepe Abellán (Santomera, Murcia, España) llena auditorios completos y prepara su llegada el día 14 de Julio, en la Sala de Exposiciones Vistalegre de Torrevieja, donde disfrutaremos de su espectáculo musical “María Dalegría. Además, Abellán dirigirá los talleres centrados en la percusión el domingo 16, desde la corporal, hasta su santo grial: el cajón.

La historia de Pepe Abellán es la de esos artistas que en algún momento de su vida tienen que enfrentarse a un mal mentor que se convierte en un obstáculo para su propio talento. A muchos nos habrá pasado, ese maestro o maestra que no veía bien nuestra creatividad, o manera de hacer las cosas. Quizás un maestro cansado, sin vocación, de esos que frustran hasta la más infantil de las ilusiones, pero que no consiguen matarlas. Porque cuando la raíz y la materia prima son realmente buenas, no hay quién las mate. Se equivocaba ese maestro, notoriamente; años después Pepe Abellán, tras cursar sus estudios en el Conservatorio de Murcia, recaló, becado, en el Berklee College of Music, en Boston, donde impresionó a su maestros y trajo de vuelta más conocimientos, y un buen fajo de cartas de recomendación bajo el brazo.

En tu Twitter te defines como músico, y al mismo tiempo como pedagogo musical, son dos roles diferentes, ¿con cuál de ellos disfrutas más?

No lo tengo claro porque es algo muy diferente, son cosas distintas. Porque por un lado tengo muy dentro la parte de los escenarios: la parte de la gente, del público. Y por otro lado soy meramente didáctico, me encanta el tema de la enseñanza. Cada parte tiene su atractivo: en los conciertos eres parte de distintas formaciones con distintos estilos musicales; y en la didáctica reúnes a todas las edades, tratas diferentes dificultades. Además doy clases en varios sitios: en Cartagena, en Albacete, en Murcia, en Alicante. Por eso no me decanto por una cosa ni por la otra.

¿Cómo fue el primer momento en el que tú te acercaste al cajón y te decidiste a tocarlo, qué sentiste?

Me acerqué al cajón porque venía de tocar otro tipo de percusión: clásica en el conservatorio, y luego percusión latina, y la vida me ha ido reconduciendo al cajón. Entonces, el cajón, en la época en la que yo empecé a estudiarlo, no estaba tan de moda como ahora. Era muy difícil adquirir uno en condiciones y encontrar a alguien que realmente te enseñara. Entonces ahí hay una gran parte autodidacta y otra parte de formación con grandes de este instrumento. La sensación primera era que como yo ya venía de instrumentos de percusión, me encontraba con un instrumento fácil de transportar (que es una gran ventaja), relativamente económico, y que es muy versátil, se puede hacer de todo con él. Entonces cuando ya tienes una base, de cualquier tipo de percusión, el cajón te suena. No te suena con la envergadura que consigues cuando le dedicas años y lo estudias a conciencia, pero el primer acercamiento que tienes es que es un instrumento muy happy, muy alegre.

¿Cómo fue tu experiencia en Berklee?¿Cómo fuiste a parar allí?

Mi experiencia allí empezó cuando salí del conservatorio (Murcia), allí me hicieron ver que yo no valía mucho para la percusión. Este fracaso me pilló en mi época de adolescente, desde que era niño quería dedicarme a la música. Esa persona frustró mi ilusión, mis ganas, colgué todos los chismes, no quise saber nada durante muchos años, y al cabo del tiempo me di cuenta que yo lo que quería era ser músico, que no tenía por qué pasar por la disciplina de un conservatorio.

Ni de pasar por la aprobación de una persona que no cree en ti…

Claro, lo que pasa es que eso, cuando te pilla ya maduro, pues pasas de largo. Pero me pilló en mala época, con poca decisión personal, con poca autoestima, y ahí fue cuando me enamoré del tema de la percusión latina, y me fui a estudiar a Alicante con Paquito Baeza, que es muy bueno, y justo cuando lo conocí, él venía de estudiar de Boston, del mismo sitio donde iría yo cinco años después. Entonces me preparé un examen que hace el Berklee College of Music, que van cogiendo alumnos de todo el mundo, y el año que me presenté yo, fui el único alumno becado y me fui allí a estudiar.

 

Me alegra mucho que hayas tenido esa suerte…

Sí, me cambió la vida. Supuso pasar de la oscuridad máxima, a que una universidad de prestigio te dé la mayor beca que concede, tener la oportunidad de estar allí y estudiar con quien yo quería, con Giovanni Hidalgo (considerado de los mejores percusionistas latinos de la historia). Y luego, que una persona de su nivel te reconozca y crea que estás a muy buen nivel, pues a lo mejor piensas que no eras tan malo como esa persona creía, que a lo mejor se me había cruzado la persona que no se me tenía que cruzar delante. Y de lo que me preguntabas antes, de mi experiencia allí, en Berklee, es la mejor universidad de música moderna que existe. Es una universidad privada, y muy cara, que tiene los mejores medios, los mejores profesores. De modo que la experiencia estuvo a años luz de lo que había vivido aquí en España.

Y te dio coraje para seguir aquí en España luchando…

Claro, totalmente, de hecho me traje varias cartas de recomendación de los profesores, porque me veían como alguien capaz de hacer aquí algo interesante, y con las pilas puestas para hacer algo de percusión latina, pero aquí en España no hay mucho mercado. Y ahí fue cuando la vida se me recondujo al tema del cajón.

¿Por qué crees que el cajón es un instrumento idóneo para iniciarse en la música?

No creo que sea el “idóneo”, creo que es el mejor que hay. Porque es económico (un cajón para iniciarse puede costar unos 100€), y un cajón realmente bueno puede costar entre 200€ y 300€. No es una cifra exagerada. Hay que tener en cuenta que un violonchelo o un contrabajo puede costar unos 5.000 o 6.000€. En ese campo la diferencia es abismal. Además es un instrumento que se presta a echártelo en el maletero del coche, o como mochila, porque tampoco pesa y te lo puedes llevar a cualquier lugar: un parque, una fiesta. Es un instrumento que se presta para tocar con otros músicos. Vengo también de haber montado hace nueve años una escuela de samba, en Molina del Segura, y ahí te das cuenta que otros instrumentos, como los tambores, no son tan versátiles como lo es el cajón. El cajón te ofrece compartir con otras personas, es transportable, económico y muy versátil porque con él puedes adaptar cualquier ritmo de la percusión. Y luego toda la parte del flamenco, que ha sido hegemónica en España.

Sí, he visto algunos vídeo de tu canal de Youtube y se da fe de esa versatilidad del cajón…

Sí, en Perú tienen todo un folklore asentado en el cajón. Es lo que te planteo, yo voy a dar cursos a Madrid, festivales de cajón, y a mí me contratan para explicar el folklore brasileño aplicado al cajón: samba, bossa nova, etc.

Tienes un canal de Youtube con clases para iniciarse en el arte del cajón, ¿cómo surgió esta iniciativa?

Surgió porque llevo 22 años dando clases de percusión. Empecé con la batería, luego en la percusión latina, y ahora estoy centrado en el cajón. Entonces, a raíz de eso empecé a darme cuenta de que a la gente le funcionaba muy bien mi método para aprender a tocar el cajón, y ahí fue cuando me propuse grabar los vídeos didácticos, grabarlos con calidad, que es algo deficitario en Youtube. No quería vídeos grabados con mi móvil en el salón de mi casa, quería que tú te pusieras los auriculares y dijeras: “Hostia, ¡cómo suena ese cajón!”. Y que la gente entendiera lo que les estaba contando. Entonces la idea fue esa: reunir en un método todo ese paso a paso a paso, y plasmarlo en un plan didáctico.

¿Cómo tienes planeados los talleres que llevarás a cabo en las Jornadas Hispanocubanas de Torrevieja?

El taller del año pasado fue 100% cajón, y fue en familia, una experiencia muy bonita. Pero este año queremos hacer algo diferente: entonces la idea es trabajar el tema de la percusión corporal, para dar cabida a más alumnos. Vamos a hacer también unos juegos con unos tubos de colores, que van afinados y vamos a hacer un poco de percusión, y trabajaremos también con el cajón. Aunque la idea central no sea sólo centrarnos en el cajón, sino plantear un taller diferente al del año anterior.

Pepe Abellán actuará como parte del trío latino-fusión María Dalegría el viernes 14 de julio a las 20 horas en la apertura de la exposición de arte plástico «Amores de Ida y Vuelta», en la sala de exposiciones Vista Alegre, en Torrevieja. Ese mismo domingo 16 ofrecerá un taller de percusión para niños y padres juntos en el Paseo Juan Aparicio. Las plazas para este taller son limitadas. Pueden realizar sus inscripciones en la Concejalía de Cultura de Torrevieja o por Whatsapp al número 687 620 973.

 

De Ida y Vuelta II Jornadas Hispanocubanas de Torrevieja son un proyecto intercultural y multiartístico que une las orillas de España y Cuba. Para más información, pueden visitar su página de Facebook.

 

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