El concejal de Cultura, Domingo Pérez, ha explicado en rueda de prensa las actuaciones que se están realizando a lo largo del día hoy para desmontar el palo de popa del Pascual Flores. El edil ha actualizado la información respecto al desmantelamiento del mástil una vez que ayer “se actuó con toda rapidez para garantizar la seguridad”.
Desde ayer una grúa tiene embragado el mástil por la parte superior y a ella se ha sumado hoy una segunda grúa que ha sujetando el palo por la parte inferior, de modo que ha quedado asegurado por esos dos puntos. Una vez realizada esta operación se ha procedido a bajar el palo del barco, tras retirarle las botavaras y la cordadura que lo une a los otros dos palos.
Pérez ha explicado que se ha conseguido extraer el mástil en una sola pieza pero que al tocar tierra se ha partido. A partir de ese momento se han puesto a trabajar en la retirada del resto de elementos que lo mantienen unido al barco, los aparejos, obenques, etc.”.
En su comparecencia, ha señalado que la rápida actuación de Ayuntamiento “ha evitado un destrozo mayor porque el palo estaba en muy malas condiciones”. Además, el mástil pesa 4.000 kilos y está sujeto a los otros dos de la arboladura del pailebote, por lo que si se hubiera tumbado lo más probable es que hubiera arrastrado a los otros dos.
La siguiente operación prevista es trocear el palo en pedazos que sean fácilmente transportables y desechados en algún vertedero, algo con lo que ha ironizado el concejal al recordar los antecedentes, cuando apareció publicada una información en la que se mostraba los restos del barco original en un vertedero de Bigastro.
Los mismos problemas antes y después de 2015
Pérez también ha respondido, a preguntas de los medios de comunicación, a las acusaciones del Partido Popular respecto a que el deterioro del barco ha surgido desde que tomó posesión el actual equipo de Gobierno (2015), a que contaba con toda la documentación para navegar y que no se ha dado uso a una supuesta partida de 200.000 euros para el mantenimiento.
En primer lugar, el concejal ha dicho que el Pascual Flores únicamente contaba con los trámites burocráticos para navegar y eso no tiene nada que ver con la rotura de ayer”. Los defectos que tiene el barco y han provocado la rotura “ya los tenía cuando llegamos al gobierno” (entre ellos un boquete precisamente en uno de los mástiles). “Esa madera de un barco que costo 4’5 millones de euros, o más, no puede estropearse en dos años”, ha dicho y ha tirado de humor para asegurar que sabe que “para el PP somos destructivos, pero vamos ni una carcoma del tamaño de Godzilla”.
El concejal ha insistido en que la réplica del Pascual Flores “es una obra caótica desde el momento en el que se inició, está fabricado con unos materiales inadecuados para un barco si no es imposible que se estropee como lo ha hecho, ni en 10 años ni en los dos últimos”
Respecto a los 200.000 euros de presupuesto ha asegurado que “eran para mantenimiento y lo que el barco necesitaba desde que volvió de Almería era una reparación completa. Esa cantidad era para un contrato plurianual para llevar cada año el barco a varadero, para que cubriera un periodo de viajes de ida y vuelta a esas instalaciones, pero nada de mantenimiento”.
En el mismo sentido ha recordado que “aconsejados por los técnicos de la Fundación Nao Victoria no lo hemos llevado a varadero porque lo consideraban un esfuerzo inútil”. El edil se ha detenido en explicar que “allí se limpian los bajos, con ese presupuesto, no están contemplados trabajos ni de estructura ni de los palos”. Por ello ha animado al PP a “decirlo todo” y a que digan que “con los 200.000 euros se quedan muy cortos para las necesidades económicas que va a pedir la reparación del barco, no está ni incondiciones de navegar y no hay permiso porque el barco está hecho polvo”. A lo que ha añadido que “ellos tenían los mismo problemas pero con el mástil en su sitio”.
Por último, el concejal ha recordado que la solución a la situación del Pascual Flores pasa por el convenio que se pretende firmar con la Fundación Nao Victoria, en el que se lleva trabajando desde hace meses. Con esta gestión se obtendrá un “convenio que es bueno para el Ayuntamiento, para el barco y para la Fundación. El barco navegaría, tendría un mantenimiento adecuado y llevaría el nombre de Torrevieja a muchos puertos”. Sobre este punto Pérez ha lamentado la lentitud de estos procesos burocráticos.