La Orquesta Sinfónica de Torrevieja abrió la temporada 2017/18 con obras barrocas  y “Júpiter”

Por fin!!! ……. suspiró el público, saludando con aplauso a los músicos que ocuparon el escenario. Excepcionalmente unas prolongadas vacaciones provocaron gran anhelo por la música en vivo. Música que se disfruta mejor en un ambiente especial  como lo es, sin duda, el repleto del público Auditorio Internacional. Debido a la limitada cantidad de conciertos, podemos considerar cada uno de estos eventos como solemne y festivo. Para muchos aficionados un encuentro con la música clásica en vivo, interpretada por la Orquesta Sinfónica de Torrevieja,   tiene un significado muy importante y así fue también esta vez. Después de medio año, al fin llego el momento de inaugurar la nueva temporada de conciertos con nuestra O S T,  el incansable maestro José Francisco Sánchez  y por supuesto con la música clásica en el papel principal. Para la inauguración el maestro Sánchez eligió dos obras de los más importantes representantes del barroco Alemán e Italiano, como lo son J.S Bach y A. Vivaldi.

La primera oboe María Dolores Cases y el concertino Stanislav Tkach,  fueron los solistas del Doble Concierto c-moll  de J.S.Bach. El valor más grande de la obra es indudablemente la parte lírica – especialmente en los dos primeros movimientos, de los cuales la armonía se aleja un poco de las reglas barrocas. La conmovedora interpretación de los solistas y orquesta de cuerda,  provocó en el público cierta contemplación con un aura de retrogusto arcaico. Los preciosos sonidos de oboe de M.D. Cases y violín de S. Tkach,  impresionaron con un estupendo equilibrio sonoro, musicalidad y entendimiento de la estilística. Anoche disfrutamos  una interpretación cargada de intensidad, lirismo e incluso de  fragancias barrocas. Cómo “bis” M. D. Cases ofreció “Adagio” del Concierto para oboe de J.S.Bach. Fabulosa interpretación. Bravo !!!

En las afamadas “4 Estaciones” de Antonio Vivaldi, (esta vez el ciclo reducido a sólo dos primeros conciertos – “Primavera” y “Verano”), el solista S. Tkach  mostró nuevamente gran capacidad solistica. El concertino de la OST dispone de un sonido claro y limpio, entonación exacta y presentó una versión fresca, alegre y plásticamente convincente. Tkach y Sánchez sacaron lustre a los abundantes colores de la partitura, tan característicos para la obra de Vivaldi. La primera parte de la velada  S. Tkach completó con un bis, interpretando con mucho virtuosismo el famoso “Czardas” de V. Monti.  “Chapeau bas” !

La última de las 41 sinfonías de W. A. Mozart, por su carácter solemne, triunfal y generoso, bautizada con el nombre “Júpiter”, ocupó la segunda parte del concierto. A pesar de un largo descanso, la orquesta impresionó con muy buena condición sonora.

El maestro Sánchez confiado y seguro de todo lo que está haciendo, al mismo tiempo emana una especie de extraña modestia. Los gestos manuales ahorrativos, pero bien calculados y nunca exagerados emocionan con una formidable armonía y sintonía colaborativa con la orquesta.    Respetando las reglas y típicas expresiones mozartianas, Pepe Sánchez y la OST ofrecieron con la “Júpiter”  una versión muy clásica, emotiva y solemne, digna del comienzo de la temporada. Para concluir la velada el público recibió como propina una brillante interpretación de la Obertura de W. A. Mozart – “Las bodas de Fígaro”. Fue una gratísima experiencia oír la OST dirigida por Pepe Sánchez. De esta colaboración salen verdaderamente cosas muy buenas.  Enhorabuena !

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