- El ejemplar que se ha caído es uno de los más singulares, de 13 metros de longitud y unos 130 años de edad.
- SLF señala, además de la lluvia y el viento, la desidia de las administraciones responsables y el vallado construido por los dueños de una parte del palmeral, que podría haber afectado a sus raíces.
- Con esta lamentable pérdida habrá que modificar el recién presentado Catálogo de Árboles y Arboledas Monumentales de Interés Local de Torrevieja, que incluyó algunas palmeras datileras de más de un siglo de edad localizadas en Lo Ferrís.
El patrimonio arbóreo de Torrevieja ha sufrido una gran pérdida. El sábado se cayó una palmera de 13 metros de longitud y unos 130 años de edad, uno de los ejemplares más importantes del paraje de Lo Ferrís, de gran valor ambiental, cultural, histórico y paisajístico.
En opinión de Salvemos Lo Ferrís, además del temporal de lluvia y viento, hay que señalar como causas la ineptitud de las administraciones responsables, sin olvidar el muro construido en la zona por los propietarios de una parte del temporal. Como en otras ocasiones, la asociación insiste en que la dejadez y la falta de cuidados sentencian a muerte este patrimonio arbóreo singular.
Esta falta de interés por parte de los diferentes actores se traduce en situaciones que alcanzan lo esperpéntico. En concreto, la palmera que se ha caído está “en tierra de nadie”: “La propiedad no la considera suya, pues está fuera de la valla, y Costas tampoco, porque está en el exterior del camino que delimita la servidumbre de paso”.
Se constata una vez más que en el paraje de Lo Ferrís el muro multiplica los daños del temporal. Si la última tromba de noviembre en Torrevieja, de más de 100 litros por metro cuadrado, batía récords y ponía en evidencia los números, anegando la ciudad, la gota fría que se ha vivido en los últimos días, con unos 200 litros por metro cuadrado, vuelve a dejar claro que hacer caso omiso de las leyes de suelo e impacto ambiental, así como de los análisis de los riesgos naturales, conlleva desastres como los ocurridos.
Ya en noviembre “la barrera antinatural que es este muro actuó como si fuera una presa almacenando dentro de su término todo el agua que bajaba evacuándose hacia el mar, lo que provocó que se concentraran grandes cantidades alrededor del vallado ejerciendo tal presión que la puerta se cayó y esos litros acumulados salieron a toda presión por una apertura estrecha, causando una pequeña riada que se llevó por delante dunas y flora”.
Ahora, a todo lo anterior se suma la pérdida de esta palmera que quedó pegada al muro y cuyas raíces posiblemente se vieron perjudicadas. El resultado es que habrá que modificar el Catálogo de Árboles y Arboledas Monumentales de Interés Local de Torrevieja, que se presentó hace un mes y que contabilizó 90 árboles y 15 arboledas singulares en el municipio, entre ellos palmeras datileras de más de un siglo de edad y más de 12 metros de altura, alguna de ellas localizadas en Lo Ferrís.
Ya solo con esas dimensiones están protegidas por la ley valenciana, lo que da cuenta de su enorme valor indisociable de la idiosincrasia torrevejense, por su carácter simbólico, por estar arraigadas a determinadas costumbres y tradiciones y por su significado cultural y patrimonial.
Es una prueba más de que, como viene afirmando Salvemos Lo Ferrís, el muro degrada aún más esta zona -un paraíso venido a menos-, ya que estaría perjudicando las raíces de palmeras centenarias, actuando de contención para la reposición natural de los arenales costeros y dificultando el libre tránsito de la fauna.
En un contexto de aumento de los fenómenos atmosféricos cada vez más turbulentos, con lluvias torrenciales, estos elementos incrementan la erosión del terreno y por tanto las inundaciones.
Es importante que un municipio como el nuestro, con un desarrollo inmobiliario brutal en las últimas décadas, conserve espacios naturales que absorban esas lluvias torrenciales.