Ingredientes
-1 paquete de galletas aproximadamente (tipo María)
-60 gramos de mantequilla
-400 ml de nata líquida para montar
-120 ml de leche
-300 gramos de queso crema
-10 ml. de whisky
-250 gramos de chocolate “postres”
-30 gr. de azúcar
-2 sobres de cuajada
Elaboración
Base de la tarta
En primer lugar nos centraremos en la base de la tarta. Para ello vamos a triturar las galletas mientras derretimos la mantequilla durante unos segundos en el microondas, es preferible terminar de derretirla con una cuchara cuando queda poco que el hecho de que esté muy caliente.
Una vez que tengamos las galletas trituradas y la mantequilla derretida, lo mezclamos todo en un recipiente intentando que la mantequilla llegue a todas las partes de la galleta.
Después, en el molde que hayáis escogido, volcáis las galletas y aplastáis con una cuchara para que quede uniforme, lo podéis poner en la nevera mientras hacéis la crema.
Crema de chocolate
En primer lugar, ponemos la nata líquida junto con el azúcar y la leche (no toda, reservar más o menos la mitad de un vaso para deshacer los sobres de cuajada).
Una vez que esté bien mezclado y veamos que está bien caliente será el momento de añadir el chocolate de postres troceado, en mi caso he utilizado el chocolate Nestlé postres por el sabor intenso, pero también podéis utilizar Valor o la marca que os guste.
No dejéis de remover para que el chocolate se derrita con mayor facilidad y evitar que se pegue, tras conseguirlo añade el chorrito de whisky.
En cuanto esté derretido se añade el queso crema a la mezcla, es el queso tipo Philadelphia pero que podéis utilizar cualquier marca. Una vez deshecho veréis como comienza a tomar consistencia la crema.
En un vasito aparte, poner la leche que os haya sobrado y añadir los dos sobres de cuajada, remover hasta que no quede ningún grumo porque son muy difíciles de deshacer una vez incorporado a la crema.
En cuanto lo tengáis y el queso crema se haya incorporado correctamente, será el momento de añadirlo y remover durante 5 a 7 minutos, en cuanto veáis que va a comenzar a hervir podéis quitarlo.
Sacar el molde con la base de galletas de la nevera, ayudaros de una cuchara (como en la fotografía) para volcar la crema sobre la galleta y evitar que ésta última se levante.
Una vez que lo hayáis vertido por completo, sólo tenéis que dejar que se enfríe a temperatura ambiente y luego en la nevera.