Génesis 1:3 “Y dijo Dios: Sea la luz, y fue la luz”, menos a Rocío del mar
¡Esperpéntico!. El pasado martes acudimos a Rocío del Mar para comprobar in situ las quejas de los vecinos de la zona. No hace muchas semanas, he de recordar, el Alcalde daba una clase magistral de lloros, lamentos y quebrantos, explicando por enésima vez consecutiva, que todo lo que sucede alrededor es como una especie de conspiración satánica cuyo objetivo es demoler cualquier intento del Gobierno por crear. El antídoto para luchar contra esa teoría conspirativa es aplicar la historia decadente de los anteriores Gobiernos locales, o que cualquier simple papel administrativo, entra de lleno en un bucle, una especie de agujero negro, donde el tiempo, entre otras cosas, no es el mismo que aquí en el planeta Tierra.
En definitiva, que aquí vivimos estresados y todo lo queremos a prisa y corriendo, y ya sabemos aquello de que “Zamora no se hizo en una hora”. Pero esa tesis no nos sirve, ya que no todo es contrato en la viña del Señor. Se ha entrado en una especie de caída en barrena donde cualquier cuestión, por absurda que sea, se llena de pesimismo gubernamental. La dejadez más absoluta, el desinterés general, el seguimiento, la coletilla de “se ha dado orden sin concierto”, son las causas primordiales de una incapacidad hasta para realizar las cosas mássencillas como por ejemplo, ordenar una poda.
Aquí va un caso real: un vecino, paseando, se tropieza con el Alcalde en la Glorieta, y aprovecha la cercanía para plantearle alguna queja. De manera muy amable, le invita a acudir a la segunda planta para que una persona le ayude a redactar los problemas y las quejas y así no perder tiempo y dejarlas en el Registro en ese mismo momento. Esto sucedió el 22 de junio y el hombre se fue la mar de contento ya que le aseguraron una pronta respuesta. Por cierto, solo se trataba de exigir una poda más que necesaria en el barrio de Rocío del Mar, y ya de paso, hablar de ese alumbrado tan chulo que les han puesto y que de color bien, como Gila, pero no flota. A aquel buen hombre le contestaron pronto, recuerden aquello del agujero negro, el 5 de septiembre, contestación que se resume en que el Concejal de turno, con mando en plaza, le da la orden al técnico competente, que este cumple escrupulosamente emitiendo un parte que dice, poco más o menos, que vista la zona, todo está correcto y listo “pa revista”. Total, que ni este vecino, ni el resto, tienen motivo alguno para quejarse y que se quejan sin fundamento. El resto, no hay mejor cosa que dar un pequeño paseo por la zona. La realidad que uno detecta, a los 30 segundos de iniciar la caminata por la Avenida de las Olas, es de una dejadez sin paliativos. Farolas que crecen a la vertical pegadas al tronco de los pinos que a uno le cuesta adivinar si es el tronco o el poste, una especie de codo/culo, por no hablar de los pasos de cebra de color del asfalto, enseres tirados días y días, espejos de ayuda a la seguridad rotos meses y meses, o la calzada que ya pide a gritos un asfaltado o que la usen para hacer fracking.
Y estas cosas, Sr. Alcalde, son mas de desidia que de otra cosa, y su solución es imponerse del mismo modo que acata “chuminadas” como lo de prohibir el vicio de casarse los sábados. Para eso está un Alcalde, para exigir e imponer orden. Que nadie se lleve a engaños que pasee por donde pasee, nos encontramos con más de lo mismo y no se vislumbra solución a corto plazo.
Déjense ya de monsergas, de cuentos chinos mandarines, paseen y muévanse de sus asientos que pasear es un método económico de ahorro de seguridad social, eso sí, si el ambiente enrarecido aún les deja respirar. Por cierto, en el Paraíso seguimos oliendo a… dejémoslo en metano.
Alejandro Blanco Vega
Grupo Municipal Sueña Torrevieja