hospital de torrevieja
hospital de torrevieja

Tras el rescate del Hospital de Alzira, que la Comunidad Valenciana hizo efectivo el pasado 1 de abril por haber finalizado el 31 de marzo la concesión de Ribera Salud, se producirá de forma escalonada el rescate del resto de los hospitales y departamentos privatizados por el Partido Popular: el Hospital de La Marina (Denia) el próximo verano, y los tres restantes cuando finalicen sus concesiones: Torrevieja en 2021, Manises en 2024 y Elche-Vinalopó en 2025.

La reversión de estos hospitales al sistema público no ha sentado nada bien al agente promotor de las privatizaciones, el Partido Popular, que lleva años intentando boicotear esta posibilidad. A ello se unió la cascada de recursos judiciales de Ribera Salud intentando parar la reversión del Hospital de Alzira a la red sanitaria pública.

Tras incorporar el Hospital de Alzira a la red de la Conselleria de Sanidad, la Generalitat ha anunciado que mantendrá la actual concesión del Hospital de Torrevieja y su departamento de salud al menos tres años más, puesto que el contrato con Ribera Salud (el grupo empresarial que ahora posee todas las acciones), expira en noviembre de 2021.

Enseguida saltó la palestra el diputado del PP Joaquín Albaladejo acusando al Consell de querer «reventar» el departamento gestionado por Ribera Salud y anunciando poco menos que el apocalipsis si el Hospital de Torrevieja pasa a ser gestionado de forma pública.

Detrás del tremendismo de opereta al que ya nos tiene acostumbrados este diputado, resulta más que evidente que a él no le importa la calidad de la atención sanitaria a los ciudadanos, sino que el grupo empresarial Ribera Salud siga obteniendo pingües beneficios a costa de la sanidad pública.

En vez de representar los intereses de la ciudadanía, Joaquín Albaldejo actúa como un mísero lobista al servicio del grupo empresarial que gestiona el Hospital de Torreviea: Ribera Salud.

¿Quiénes son los accionistas de Ribera Salud cuyos intereses defiende con tanto ahínco el diputado Albaladejo?
El grupo empresarial Ribera Salud está formado actualmente por la compañía estadounidense Centene Corporation y el Banco de Sabadell, que se reparten las acciones al 50%.

Es decir, detrás de la demagogia barata de Albaladejo se esconde su defensa a ultranza de los intereses mercantiles de un banco catalán y de una compañía estadounidense por encima de los derechos sanitarios de los torrevejenses y de los valencianos.

Centene Corporation, que entró en el accionariado de Ribera Salud comprándole a Bankia el 50% de la concesionaria en 2014, tiene una opción de compra sobre el otro 50% de las acciones que posee el Banco de Santander (que las obtuvo al comprar por un euro la Caja de Ahorros del Mediterráneo). La decisión del gobierno autonómico de revertir los hospitales de gestión privada a la gestión pública directa está alterando los planes previstos por los dos socios actuales de Ribera Salud.

Si la compañía norteamericana ejecuta esta opción de compra, como les gustaría a los lobistas del PP, llegaríamos a una situación rocambolesca: los hospitales de Ribera Salud, como el de Torrevieja, serían gestionados al cien por cien por una multinacional con sede en San Luís (EE.UU.). Un auténtico despropósito.

Albaladejo no está sólo en la cruzada contra de la sanidad pública valenciana y a favor de los intereses de una multinacional norteamericana y de un banco catalán. Centene Corporation movió sus tentáculos para que el ex ministro de Defensa Pedro Morenés (PP) y la Embajada de EEUU presionaran a Ximo Puig con el fin de evitar que el Hospital de Alzira regresara a manos públicas. Ribera Salud también consiguió que se sumaran a la guerra contra el rescate de los hospitales privatizados ex altos cargos felipistas como el exministro  Valeriano Gómez y el exsubsecretario Enrique Linde. Afortunadamente, están perdiendo esta guerra.

El PP impulsó el llamado modelo Alzira para  favorecer el negocio de sociedades mercantiles y empresarios españoles amigos, entre los que había financiadores ilegales confesos del partido como Enrique Ortiz, constructor de los hospitales de Torrevieja y de Elche-Vinalopó y ex accionista de la UTE de Torrevieja. Pero ha acabado defendiendo sin tapujos los intereses de una multinacional extranjera.

Si se confirman los sondeos electorales y las izquierdas revalidan en mayo de 2019 su mayoría en Las Cortes Valencianas, el Hospital de Torrevieja y los demás centros del modelo Alzira pasarán a formar parte de la red sanitaria pública valenciana y a ser gestionados de forma directa por la Conselleria de Sanidad. Como debe ser y como debió hacerse desde el principio.

Fdo.: Julián Carcaño Pareja, militante de Los Verdes de Torrevieja.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here