En la película de Mario Camus “La Colmena” (1982), basada en la novela de Camilo José Cela, aparece el mismo autor representando a su personaje literario Matías Martí, autopresentado como inventor de palabras. En una escena, conoce al académico Don Ibrahim Yostolaza al que tiene a bien el regalarle una de sus palabras inventadas, esta palabra es “bizcotur”, que no viene a cuento explicar su significado.
Pues esta afición, que tan dignamente desarrolla Matías Martí en su genial obra, ha llegado a nuestros días utilizada por nuestros ilustres representantes para designar actuaciones, que mientras la palabreja en cuestión es asimilada por nuestro cerebro, perdemos el sentido para el que fue creada y adquieren la categoría de “palabro”, en esta ocasión me refiero a “AUTENCIUDAD”.
Nos remontamos a principios de julio de 2013. Unos manteros, se enfrentan a la policía local con sillas y piedras como protesta por el desalojo de sus puestos ilegales (el video que rulaba por las redes y lo conocemos todos). A raíz de esto, se convocó una junta de seguridad y se acordó reforzar la vigilancia, pero ahí quedó la cosa y la famosa batalla-anécdota-ridículo nacional, quedó en una toma de concurso de video gracioso de TV, total que los famosos manteros siguieron campando a sus anchas.
Nos vamos ahora a principios de agosto de 2017. “Ocurrensia” del Ayuntamiento, un cucurucho con un cactus en vez de una bola de helado, para sensibilizar contra las falsificaciones, con esto la Cámara de Comercio a través de su asociación ANDEMA, propone a Torrevieja como ciudad comprometida con la lucha en contra de la venta de productos falsificados, siendo la tercera “autenciudad” europea tras Alicante y Málaga.
Hasta aquí, los dibujos animados y las noticias, ahora les contaremos la verdad (la Sexta dixit).
Un día cualquiera de primavera-verano en el paseo Juan Aparicio, o en el paseo de la Playa del Cura, o en el paseo (?) de tablones de la playa de la Mata, es posible comprar un Lacoste, unas zapatillas Nike, un bolso de Tous, un pañuelo de D&G, la camiseta de tu equipo preferido o la última peli de Star Wars, todo ello paseando y esquivando las sábanas colocadas en el suelo, abarrotadas de los productos citados anteriormente y que en ningún caso la compra supera los 20 euros de coste para los transeúntes (con suerte de regateo, te pueden quitar 5 eurillos).
Pues señoras y señores, ni “autenciudad”, ni Cámara de Comercio, ni GRO, ni PL. Cualquier colectivo, partido o grupo que quiera realizar cualquier acto en la vía pública, necesita solicitud con 20 días para dicho evento, descripción del mismo, hora, fecha y seguro de responsabilidad civil. Cualquier autónomo que quiera empezar un negocio, necesita un sinfín de papeleos y gastos y en nuestros paseos, diariamente hay decenas de comerciantes ilegales (me da igual el país, la religión o el idioma que hablen) que ofrecen con total impunidad, todo tipo de productos falsificados (la foto adjunta es del domingo pasado). Esta es la realidad a la que el alcalde como cabeza visible y responsable de la policía, hace la vista gorda y pasa del tema, y no me vale la tan manida frase de Aznar “estamos trabajando en ello”. Este tema ya huele y necesita soluciones serias y responsables, que no pasan por colocarnos medallas por gestiones fantasmas, anunciadas a bombo y platillo en los medios, sino, nos veremos como en el 2006, con no sé cuantas escobas de oro y platino, mientras la limpieza estaba como estaba, eso sí, algunos se hicieron como las escobas… de oro.
Solo se me ocurre que lo haga por cobardía, para no enfrentarse otra vez al problema, o por dejadez, a ver si un día se cansan y se van. Pero creo que lo hace porque no le da la gana, ya que saberlo lo sabe igual que todo el pueblo.
Siempre le quedará la opción de comprarse un Fred Perry baratito.
¿”Autenciudad”?… ¿Qué “Autenciudad”?
JUAN CARLOS GARCÍA SALA – Vocal de Sueña Torrevieja