Cuando supe que se acercaba la fecha me interesé por el tema y pregunté dudas para así poder conocer sus costumbres y respetarles, igual que ellos me respetan a mi. Para entenderlo un poco hay que saber primero que, aunque de forma oficial se usa el calendario gregoriano (el nuestro), los musulmanes se rigen por el calendario musulman o islámico, que va con los ciclos lunares y los meses comienzan con la luna nueva. Pues bien, el Ramadán empieza en el noveno mes del calendario islamico, pero tiene que verse la luna, si por alguna razón, como por ejemplo climatológica, no se ve, aún no empezaría y habría que esperar a la siguiente noche para ver si sale la luna. Es por esta razón que aquí nunca se sabe cuándo es festivo, porque no sólo el ramadán, todas las fiestas van con la luna y hasta la noche antes no se sabe.

Durante todo el mes lunar hacen ayuno durante el día, desde que sale el sol hasta que se pone, y esto incluye comida, agua y tabaco, y tampoco pueden mantener relaciones sexuales, ni escuchar música, ya que se supone que es una etapa de reflexión. El Ramadán les invita a ser mejores personas y más caritativos con los demás, algo así como nosotros en Navidad. Además, empiezas a recibir wasap, mensajes, emails y a leer por todas partes “Ramadan Kareem” o “Ramadan Mubarak”, está es su forma de expresar sus buenos deseos hacia los demás durante este mes. En clase de Gemma incluso un par de compañeros les hicieron unos pequeños regalos a todos los niños para celebrarlo.

Pero luego con la puesta de sol viene la fiesta, la cena para romper el ayuno se llama iftar y es muy común invitar a gente y celebrarlo con amigos. En Emiratos, no sé si en otros sitios también, rompen el ayuno con dátiles, primero se comen unos dátiles y seguidamente cenan. Antes del alba toman un desayuno, que se llama “suhour”, en Dubai ahora mismo se hace de día a las 5:30 de la mañana, así que imaginaros a qué hora tienen que levantarse para comer algo y poder soportar el largo día de ayuno.

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¿Y en que nos afecta a los no musulmanes? Por supuesto nosotros podemos comer y beber cuando queramos, pero nos piden respeto, así que no debemos hacerlo en la calle o sitios públicos. Tambien nos piden que si escuchamos música en casa o en el coche lo hagamos con las ventanas cerradas, en definitiva que respetemos su jornada de reflexión. Además, las mujeres debemos vestirnos de forma más decente, en realidad lo que piden es que cumplamos el código de conducta. Si, en Dubai hay un código de conducta, y aunque durante todo el año hacen un poco la vista gorda con los extranjeros, durante su mes sagrado se ponen un poco más quisquillosos.

En el código de conducta de Dubai pone cosas como que las mujeres vistamos de forma decente, ni faldas o pantalones demasiado cortos, ni demasiado escotadas, ni transparencias. En los centros comerciales y los parques hay carteles que te dicen cómo debes vestir pero, como os he dicho antes, no suelen decir nada, a mí nunca me han llamado la atención, y una amiga que lleva aquí 5 años solo una vez la invitaron a irse del centro comercial. La solución está en llevar un pañuelo en el bolso y si te llaman la atención pues te cubres los hombros y listo, aunque os tengo que decir que aquí no apetece ir medio desnuda por los centros comerciales, porque hace un frío…

También en el código de conducta te dicen que las parejas no deben hacer muestras de afecto en público, está prohibido insultar y tener comportamiento agresivo, no hacer fotos a los locales sin su permiso, también está prohibido pedir limosna y por supuesto el tema droga prohibidísimo. El alcohol está permitido, pero esto ya lo explicaré en otra entrada. De todas formas el código de conducta es extenso, aquí os lo dejo por si a alguien le interesa. Código de conducta de Dubai:

http://www.zu.ac.ae/employment/html/documents/CultureandConductinDubai_000.pdf

Durante los 30 días de Ramadán también hay cambios en la ciudad. Se hace raro ver todas las terrazas vacías, restaurantes cerrados, ir al centro comercial y estar en silencio, sin su música habitual. Pero Dubai es una ciudad multicultural y muy turística, así que algunos restaurantes abren durante el día, pero tienen que poner cortinas para que no se vea nada desde fuera y además no sirven alcohol. En algunos centros comerciales ponen unas vallas cerrando la zona de comida rápida, para que no se vea desde fuera, y en la entrada se puede leer “for non muslims and kids” (para no musulmanes y niños). Con la puesta de sol todo vuelve a la normalidad, se abren las cafeterías, los restaurantes, las terrazas…

Pero el Ramadán también tiene cosas buenas, durante todo el mes los niños entran más tarde y salen antes del colegio, y además las jornadas de trabajo se acortan. Esto es necesario para los que practican el ayuno, porque la verdad es que entre que no comen durante el día y que no pueden dormir por la noche por comer, pues están agotados. Pero a los que no hacemos ayuno nos viene genial ese tiempo extra para disfrutar con la familia. Por cierto, durante el día los centros comerciales están vacíos, se compra de maravilla y encima hay rebajas.

Nosotros fuimos el martes a un centro comercial y decidimos entrar en la zona de comida rápida antes de que acabara el ayuno, aprovechando que no había casi nadie. Un poco antes de romper el ayuno ya quitaron las vallas y empezaron a entrar musulmanes. Justo al lado nuestro se sentó una chica con un plato de comida abundante y una botella de agua, al igual que ella había más gente alrededor y justo a las 7:10h sonó por megáfonia un cántico, como el que ponen para llamar al rezo 5 veces al día, y se tiraron todos desesperados a beber agua, ya se había acabado el largo ayuno. Os parecerá una tontería, pero todas estas cosas nos llaman muchísimo la atención y a la vez nos encanta aprender de las diferentes culturas, un mundo globalizado sin duda es más cómodo, pero también mucho más aburrido.

Esto es todo lo que puedo contaros de mi experiencia con el Ramadán, el año que viene os contaré como es la fiesta que celebran al terminar los 30 días de ayuno y que llaman “Eid”, porque este año no voy a vivirla, para esa fecha ya estaré en mi querida Torrevieja. Hasta el próximo post y Ramadan Kareem.

Blog “Un mundo por descubrir” de Mari Carmen Sánchez Lereo