La verdad es que muchas veces dudo si estoy en Dubai o en cualquier parte de la India, pero una vez que entro en el barrio de Karama ya no hay duda, estoy en India.

En Dubai aproximadamente el 85% de la población somos expatriados y casi la mitad son de procedencia India, y la mayoría son de Kerala, un estado en el suroeste de la India. En este estado no se habla hindi, se habla Malayalam, que suena algo así como estar todo el rato diciendo “l” y “r” con la lengua, no se entiende nada. Pues justamente de Kerala es nuestro amigo Anshil. De él hemos aprendido muchas cosas, como por ejemplo que la mayoría de los indios que hay aquí son musulmanes, porque antes solo dejaban entrar a los musulmanes, ahora sin embargo ya hay de todas las religiones. También nos ha contado que en India enseñan a los niños como correr si te persigue un elefante, es muy fácil, tienes que correr en zigzag, porque los elefantes no pueden girar ágilmente como nosotros. Aunque con un elefante detrás no creo que parezca tan fácil.

Tienen muchos hábitos que nos sorprenden como por ejemplo que asientan moviendo la cabeza hacia los lados (no es como diciendo no, es en el otro sentido, oreja a hombro, oreja a hombro, para que me entendáis). Cuando lo ves la primera vez piensas que el pobrecillo tiene un tic, hasta que te das cuenta de que es su forma de asentir o como en nuestro caso se lo preguntas a un indio directamente.

Otra cosa que nos sorprende es que no les quiten los plásticos de los asientos a los coches, incluso nos han contado que tampoco se lo quitan a los colchones. Aunque he de reconocer que también he visto a algún árabe con los plásticos en el coche, igual están creando moda… Además, los hombres, cuando empiezan a tener canas, se tintan el pelo de un tono rojo anaranjado.

También hay una fiesta hindú, Diwali. A finales de Octubre empecé a ver muchisimos balcones con luces de navidad, y pensé que qué pronto las ponían. Hasta que vi a mi vecina colocando una alfombra muy coloridas con velas en la puerta de su casa. Entonces me contó que era una fiesta muy importante para ellos. Mis hijas me trajeron unas tarjetas que hicieron en el cole que decían “Happy Diwali”, en los supermercados también felicitaban la Fiesta, estaba por todas partes, y por las noches se veía a todos los hindúes en la calle tirando petardos y fuegos artificiales.

Al ser un porcentaje tan alto de la población, se nota también en la alimentación, los supermercados están llenos de productos suyos, en los hoteles sus platos están incluidos en los menús, e incluso en Ikea, las albóndigas que yo pensaba que eran iguales en todas partes, aquí pican. Mis hijas no llevan muy bien lo del picante, aunque Erika se está acostumbrando un poco. Su mejor amiga es de Bangladesh, así que cuando algo pica un poco solo tenemos que decirle que esa comida le encanta a su amiga Soha, y que tiene que acostumbrarse porque si no, no va a poder ir nunca a su casa a comer.

Antes de venir a Dubai ya me gustaba la comida India, pero aquí he descubierto que no me gusta, ¡¡me encanta!! Y todo gracias a nuestro amigo Anshil, que nos lleva a sitios auténticos. Son sitios tan auténticos que al entrar la gente nos mira raro. Yo creo que piensan que nos hemos perdido. Y es que somos los únicos occidentales de la sala. Eso te transporta y por un momento te olvidas de que estás en Dubai. Por cierto, en Europa lo que conocemos por comida india es comida del norte de India. Aquí hay un poco de todo pero sobre todo del sur.

Hemos ido a diferentes restaurantes indios, pero todos tienen algo en común: tienen un lavabo al lado de las mesas, porque los indios comen con las manos. Pero no os preocupéis, cuando ven que no eres indio te ponen cubiertos. Además, en las mesas ponen unas “servilletas” un tanto particulares, que ahora nosotros también usamos en casa.

Uno de mis restaurantes favoritos es Saravana Bhavan, que aunque es una cadena de comida vegetariana del sur de India, tiene los mejores Dosas del mundo. Jamás pensé que la comida vegetariana me iba a gustar tanto. Advertencia: es un lugar no apto para sibaritas.

En Karama, que ya os he dicho que es zona India, están los restaurantes indios más auténticos. Uno de mis preferidos es el restaurante Malabar Express, en su interior hay un tren decorando la sala, se puede comer dentro o fuera del tren. La comida está deliciosa, el appam y el Coconut Chicken no pueden faltar cada vez que vamos.

Muy cerca de Malabar express hay otro restaurante, Calicut Paragon. Aquí la comida también está muy rica, aunque quizás no tanto. Aún me acuerdo de la primera vez que fui, pedimos la cuenta y el camarero nos trajo ¿alpiste?!! Anshil cogio la cuchara y se puso un poquito en la palma de la mano y se lo echó a la boca. Me dijo que lo imitara y le dije que ni loca iba a comer comida de pájaro. Pero me explicó que no era comida de pájaro, que era para el aliento, así que lo probé, y tenía razón, era de tacto raro pero mentolado.

Y así es como además de aprender las costumbres árabes también estamos aprendiendo las indias, incluso imitándolas. ¿Quien me iba a decir a mi que acabaria comiendo comida de pájaro en Dubai? ¿O usando las cajas de pañuelos como servilletas?