El jueves fue fiesta en Dubai “Isra Mi’raj”, así que por primera vez, desde que llegamos, teníamos un fin de semana largo, jueves, viernes y sábado. Los domingos aquí no son festivos, el día de fiesta es el viernes, y el fin de semana es viernes y sábado. Al principio cuesta, pero te acostumbras en seguida, parece que el fin de semana viene antes, aunque el domingo empiezas a ver fotos de todos los amigos y familiares en España, comiendo por ahí y pasándoselo bien, y tú ya estás con la rutina de la semana, esto cuesta un poco más.
No soy la única de Torrevieja que vive en Dubai, hay otra chica más, Trini, y aprovechando que el jueves era fiesta quedamos con las respectivas familias y por fin nos conocimos en persona. Cuando supe que me venía a Dubai, su hermana me puso en contacto con ella. La verdad es que me ayudó muchísimo, porque tenía muchas dudas y así fue como empezamos a hablar por Facebook. Pasamos una mañana muy agradable hablando de muchas cosas, y seguro que volveremos a quedar pronto.
Fuimos a un supermercado un momento a comprar agua, y Trini me comentó que sus amigos cuando venían a Dubai le echaban fotos a los supermercados, y no me extraña, porque la verdad es que son muy diferentes. Aunque aquí también haya un carrefour, poco o nada se parece a un carrefour en España, por poner un ejemplo de una cadena que también existe allí.
Al estar en un país musulman, no es fácil comprar carne de cerdo, solo la venden en algunos supermercados como Choithrams o Spinneys. Además en los supermercados donde hay cerdo, este lo tienen en una habitación separada del resto, y en la entrada se puede leer claramente que es carne de cerdo y no es para musulmanes. Así que, puedo comer jamón, aunque no es muy bueno, chorizo hay bastante, porque a los ingleses les encanta, y aquí la comunidad inglesa es muy alta, y salchichón cuesta un poquito más encontrarlo, pero algo hay.
Pues la carne de cerdo y el alcohol (de esto ya os hablaré en otro momento), aunque no es tan fácil como en España, se pueden conseguir, pero hay cosas que no, como el tomate frito, el Cola Cao, un buen pan… Pero esas tres cosas tampoco se pueden conseguir en Inglaterra, así que ya estabamos acostumbrados, no a vivir sin ellas, sino a traernos la maleta llena
Ahora os voy a hablar de lo que sí hay. Hay carne de camello, normalmente en embutido, tipo jamón York. Yo no la he probado, me da penita, además no puedo comerme a mi medio de transporte ;p
Las especias y los dátiles se compran al peso, y hay una gran variedad. Yo siempre he pensado que había dátiles y punto. Pues no, aquí hay dátiles de muchas formas y variedades diferentes. Y la miel también se compra al peso, y la hay de muchos tipos distintos.
Otra cosa que me llamó mucho la atención son los detergentes para ropa. Los árabes de aquí visten de blanco (kandora) y las mujeres de negro (abaya), y como no, hay un tipo de detergente distinto para cada uno. Por cierto, los bañadores también son “un poco más tapados”.
Cuando terminas de comprar vas a la caja y te relajas, porque aquí no hay prisa, no hay una carrera para ver si puedes ir más rápida que la cajera, hay un chico que te empaqueta toda la compra, y lo hace estupendamente, sin mezclar cosas de limpieza con comida, todo lo fresco junto… vamos, como lo haría yo. Además, no escatiman en bolsas, ¡será por petroleo!
Y después, sales del enorme centro comercial y no te acuerdas dónde has dejado el coche, pero no hay problema para eso hay una maquinita que te lo recuerda. También hay mercados de carne, pescado, fruta… Yo solo he ido al de fruta, y la verdad es que se ven pocas mujeres allí, mejor no ir enseñando mucha chicha si no quieres que te acosen con la mirada. Eso sí, nadie se va a atrever a decirte nada y mucho menos a tocarte. Pero es curioso verlo al menos una vez. Nada más llegar se te acercan con las carretillas por si quieres que te lleven la compra, y es que aquí se compran cantidades relativamente grandes, digamos que para una familia numerosa está bien. Y por supuesto hay que regatear. Hay un sitio donde venden cocos, que el chico primero le hace un agujero con un machete, te pone una pajita para que te bebas el líquido, con lo que le ha quitado al coco te hace una cuchara y luego te lo abre por la mitad para que te lo comas. Aquí los cocos se los comen tiernos, no son secos como en España.
¡Ah! Y el oro se puede comprar prácticamente en cualquier sitio, incluso hay máquinas expendedoras de oro.
Pues así es como compro en Dubai. Por cierto, no sé si os he dicho ya que aquí no hay Cola Cao… Y se me está acabando… ejem…
Me parto Mari!